El Ganoderma lucidum, mejor conocido como reishi, es un hongo de amplios usos en la medicina tradicional oriental. Según la historia, el hongo reishi fue descubierto por curanderos asiáticos, hace unos 2.000 años durante la dinastía Han.
En china es conocido como lingzhi, cuyo significado se traduce como hongo de la inmortalidad, gracias a los inmensos beneficios que aporta para la salud. Naturalmente, crece en la base de los árboles de madera dura, en las regiones tropicales y templadas de Asia, sin embargo, como consecuencia de su popularidad actual, su cultivo se ha propagado a diversas regiones de Asia.
A pesar de que en sus inicios los únicos que tenían acceso al reishi, eran los miembros de la realeza china, hoy en día se puede conseguir en todo el mundo en diferentes presentaciones. Así que, si te interesa conocer más sobre este hongo divino y sus múltiples propiedades, te invitamos a seguir leyendo mucho más a continuación.
¿Qué es el reishi?
El reishi u hongo de la eterna juventud, es uno de los hongos medicinales con mayor reconocimiento y trayectoria en la historia de la medicina tradicional. Tiene importantes beneficios para la salud, al destacar como potenciador del sistema inmunológico y suplemento para adelgazar.
Pertenece a la familia de las Ganodermatáceas, crece en variedad de colores, siendo la especie de color roja la más famosa y potente. Este hongo se desarrolla en bosques muertos y sobre los troncos de árboles de madera dura como ciruelos, robles, sauces y arces, en zonas húmedas; de clima templado o subtropical.
El hongo reishi es fácil de reconocer, ya que en la parte superior de su estructura presenta un sombrero semicircular, irregular, ondulado y lleno de protuberancias. El cual puede llegar a medir unos 30 cm de diámetro y su color brillante va de un amarillo-naranja a marrón-rojizo.
En su base, presenta un pie (tronco) en forma cilíndrica e irregular, de aspecto brillante, color marrón y que puede llegar a medir de 15 a 20 cm de altura.
Conseguir reishi en la naturaleza es muy raro. Siendo esta la razón por la cual, los cultivos de reishi se expandieran a lo largo de China y Japón a partir del año 1970.
Al cosecharse, este hongo se seca, para luego distribuirse tal cual o reducirse a polvo. La presentación en polvo, es la forma más común de conseguir el reishi en el mercado, ya que de esta manera puede ser incorporado en los tés o usarse para preparar suplementos alimenticios a base de reishi.
¿Para qué sirve el reishi?
Como se mencionó anteriormente, el hongo reishi es muy popular en Asia, cuya reputación se remonta a miles de años. Su potencial como agente antienvejecimiento fue descubierto cerca del año 2730 a.C por el herbolario Shen Nong, quien clasificó a este hongo por encima de las demás plantas medicinales.
Los miembros de la realeza china utilizaban el reishi como inductor a la reflexión y serenidad. Aunque también se recetaba para combatir los trastornos del hígado, la hipertensión, la artritis, el asma y la fatiga.
En la actualidad, es considerado un adaptógeno, es decir, un alimento que ayuda a sentirse bien y prevenir enfermedades.
Diversos estudios científicos le atribuyen a este hongo, poderes anticancerígenos, antitumorales y antivíricos. Además, es un gran antioxidante y fortalece los procesos del sistema circulatorio e inmunológico.
¿Cuándo y cómo tomar el hongo reishi?
El sabor del reishi es bastante amargo y aproximadamente el 90% de su composición está formada por fibra no digerible para nuestro organismo. Por lo que no se debe consumir en su estado fresco.
Los nutricionistas recomiendan consumir 1 gr de reishi al día, lo que equivaldría a una cucharada de café. Es posible conseguirlo en el mercado en diferentes presentaciones como en polvo, tinturas o en cápsulas.
Aunque lo más recomendable es que sea consumido en polvo, por ser el formato más puro, sin conservantes, ni químicos que puedan afectar el resultado final. Siendo ideal para preparar infusiones o añadirlo en batidos, yogures y bebidas vegetales.
En cambio, si se adquiere como suplemento en cápsulas o pastillas, algunos estudios aconsejan tomarlo junto a la vitamina C, para realzar sus propiedades. Por lo que un aliado perfecto para su consumo podría ser el zumo de naranja.
Dados sus efectos relajantes, que ayudan a combatir el estrés y la ansiedad, lo mejor es tomar este suplemento durante las noches. Debido a que ayudará a conciliar un mejor sueño y evitará causar somnolencia durante el día.
¿Qué propiedades adelgazantes tiene el reishi?
Entre el gran número de propiedades que tiene el hongo reishi para nuestro organismo, sus propiedades como suplemento adelgazante se han popularizado mucho en los últimos años. Esto se debe a que:
- Presenta un alto contenido en fibra y es bajo en calorías: lo que permite adaptarlo fácilmente al consumo diario, al ajustarse muy bien a una gran diversidad de recetas. Además, ayuda a saciarnos rápidamente a cambio de un alto aporte nutricional y es poco calórico, lo que es un punto a favor a la hora de adelgazar.
- Contribuye a potenciar el metabolismo: por lo que, gracias a que nuestro cuerpo tendrá un metabolismo más rápido, será más sencillo quemar mayor número de calorías y bajar la grasa corporal, sin modificar nuestra actividad física diaria.
- Tiene propiedades antioxidantes que mejoran la salud: consumir reishi protege nuestro hígado y nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmune, lo que condicionará una salud óptima, que facilitará el proceso de adelgazamiento.
- Disminución del azúcar en la sangre: ayuda a bajar el nivel de azúcar en sangre, siendo este un gran beneficio a la hora de perder peso.
Beneficios del hongo reishi
Entre los principales beneficios que acompañan el consumo del hongo reishi se encuentran sus efectos antiinflamatorios y analgésicos, sus propiedades inmunoestimulantes, depurativas y antihistamínicas, además de ser un coadyuvante natural en el control de la ansiedad y el estrés.
A continuación, se presenta una lista más detallada de los beneficios que aporta el hongo reishi para el bienestar de nuestro organismo:
- Retrasa el envejecimiento: al ser un poderoso antioxidante, combate los radicales libres que provocan el envejecimiento de las células y del cuerpo.
- Combate las células cancerígenas: debido a que aumenta e incrementa la eficiencia de las células inmunitarias T, este suplemento es un gran aliado que ayuda a desacelerar el desarrollo del cáncer. Así como también, disminuye los efectos secundarios causados por la radioterapia o la quimioterapia, al mismo tiempo que optimiza sus resultados.
- Ayuda a relajarse: tanto el sistema nervioso como el muscular se ven beneficiados de esta propiedad. Pero también ayuda a reducir el cansancio y permite dormir mejor, potenciando un estado de ánimo saludable.
- Favorece la regulación del sistema digestivo: al funcionar como un agente acelerador del metabolismo.
- Actúa como antiinflamatorio: que ayuda a personas con migrañas y artritis. Pero también es perfecto para la recuperación de los deportistas, no solo por sus propiedades para reducir el dolor, sino también porque mejora el rendimiento durante entrenamientos.
- Mejora la circulación sanguínea: incluso en el cerebro, ayudando así a combatir enfermedades cognitivas.
- Previene enfermedades respiratorias: como el asma, las alergias o la bronquitis.
Precauciones con el reishi
A pesar de que el reishi es considerado uno de los ingredientes principales de la medicina oriental gracias a sus múltiples beneficios para el organismo. Algunas personas deben tener cuidado a la hora de su consumo y siempre debe prestarse atención a las recomendaciones del fabricante.
Lo mejor es tomar este suplemento por periodos de tiempo determinados, siempre bajo la supervisión de un experto. Entre los efectos secundarios que puede causar su ingesta se encuentra la resequedad y comezón en la boca, así como hemorragias nasales, dolencias gastrointestinales y alergias.
Por su parte, no existe suficiente información que permita saber si es apropiado su uso durante el embarazo o la lactancia. De tal modo que se recomienda evitarlo en estos casos.
Deben tener especial cuidado aquellas personas que sufran de algún trastorno hemorrágico, sean hipotensos, personas que hayan tenido una cirugía recientemente o pacientes con trombocitopenia. Al igual que las personas que sufran de diabetes, de presión sanguínea alta o de coagulación sanguínea.
