¿Tienes o vas a adquirir una nueva y reluciente cocina con encimera de Silestone? Enhorabuena, pues estrenar esta parte de la casa es siempre motivo de celebración. Ese magnífico olor a nuevo, la limpieza impoluta de un cuarto a estrenar y un montón de funcionalidades por descubrir que cambiarán tu forma de cocinar, moverte por la casa e incluso tus rutinas.
Mantener la magia del primer día en tu nueva cocina parece un reto, pero no es imposible. Conocer los trucos para limpiar encimeras de Silestone te ayudará a conservarla en perfecto estado y sentirte igual de a gusto con el paso del tiempo. Y es que los materiales diferentes, requieren de tratamientos diferentes.
Por suerte, no tendrás que preocuparte por nada. Aquí vamos a explicarte cómo debes limpiar la encimera para hacer el mantenimiento perfecto, tanto a diario como en aquellas ocasiones en las que salen manchas difíciles. Verás lo fácil que es y el resultado fantástico que ofrece.
¿Qué es una encimera de Silestone?
El primer paso es conocer tu encimera como es debido. El Silestone, tan de moda hoy en día, es un material que está compuesto en su mayoría por cuarzo natural que es compactado, además, está combinado con ciertas resinas especiales. La mezcla da como resultado un producto que es precioso y sobre todo, resistente.
Te enfrentarás a una superficie que no es nada porosa (gran aliada de las cocinas) y que sobrevive muy bien tanto a la humedad como a las manchas. Los productos que suelen emplearse en esta parte de la casa, como aceites o productos habituales de limpieza, no van a dañar este material. En Curiococinas.com puedes aprender más sobre las encimeras de este tipo y conocer las novedades del mercado.
Limpiar una encima de Silestone a diario
Limpiar a diario la encimera de la cocina es muy importante y, además, va a impedir que la suciedad se acumule y aparezcan los problemas. Aunque hemos hablado de que este material es resistente, lo cierto es que en la cocina se emplean muchos productos que pueden contener gérmenes o bacterias, por lo que es imprescindible mantener la higiene más allá de lo que es retirar una mancha.
Por suerte, la encimera de Silestone nos propone facilidades para hacer este mantenimiento diario. Basta con emplear un estropajo impregnado de agua y jabón para platos y pasarlo por encima de toda la encimera para retirar los residuos cotidianos. Después, tendrás que coger un paño con agua caliente para quitar el jabón de la superficie y que esta quede impoluta.
Otra precaución que debes tomar en las labores cotidianas es usar tablas y platos para cocinar. Esto hará que se ensucie y se dañe menos cuando haces las tareas que son rutinarias en las cocinas y que a veces pueden dejarlo todo perdido.
Cómo hacer una limpieza profunda de la encimera de Silestone
Con agua y jabón puedes llegar muy lejos a la hora de mantener tu encimera de Silestone a punto. Sin embargo, debemos ser realistas. Con el paso del tiempo es casi inevitable que aparezcan manchas o se creen determinadas condiciones que exijan una limpieza más profunda y específica. Te mostramos como hacerla en cada caso.
Limpiar manchas de óxido y metal
Estas manchas son muy peliagudas en las encimeras de Silestone, ya que se notan bastante y suelen quedar muy marcadas. Además, con un producto tan general como el jabón para platos no vas a poder retirarlas con facilidad. Lo que se recomienda es emplear un producto llamado limpiador Q-Action que es específico para este material y es el “oficial” para estos caos. En su defecto, en los supermercados suelen vender otros muy similares de otras marcas o de marca blanca, como la crema Cif. El modo de empleo en cualquiera de estos casos es la aplicación del producto y el reposo durante varias horas antes de retirarlo, para que haga su efecto. Después, si la superficie está afectada, puedes utilizar otro producto específico para recuperar el brillo perdido en el área.
Limpiar las manchas de cal
Las manchas de cal son comunes en ciertas zonas en las que el agua corriente está muy tratada. Con el uso diario, incluso a la hora de limpiar la encimera, se puede acumular y generar un rastro blanquecino. Obviamente, se notará más si tu encimera de Silestone es marrón, gris o de cualquier color oscuro. Pero, ¡cuidado! En las encimeras blancas, aunque tarda un poco más, la cal se acaba tornando amarilla y también se nota. Esto tiene fácil solución, y es emplear directamente un producto antical cualquiera de supermercado. Puedes usarlo cuando aparezcan estas manchas o, mejor todavía, prevenir este desastre usándolo cada dos o tres semanas.
Limpiar la encimera de Silestone con manchas de grasa
El viejo truco del vinagre blanco es de gran utilidad para todo tipo de superficies en la cocina, y también sirve para las encimeras de Silestone. Lo introducimos a la hora de hablar de las limpiezas profundas, ya que se trata de un agente bastante agresivo que solo se debe aplicar en situaciones puntuales. Cuando hay una mancha importante de grasa o similar que no sale, tienes que mezclar el vinagre con agua y aplicar la solución con un pulverizador en el área que deseas higienizar. Se retira con un paño húmedo cualquiera (aunque siempre es mejor de microfibra) y listo.
Desinfectar la encimera de Silestone
La desinfección es una parte crucial de la limpieza profunda de la encimera de la cocina, ya que, como hemos advertido, los gérmenes pueden campar a sus anchas gracias a los alimentos y otras sustancias que empleamos en esta parte de la casa. Debe ser un tratamiento muy puntual en este caso también, porque los agentes agresivos y corrosivos pueden dañar el material si se abusa. En este caso te recomendamos una solución de alcohol con agua para pasar una bayeta por la encimera y dejarla impoluta.
Consejos para el mantenimiento de la encimera de Silestone
Para que se mantenga en buen estado, sobreviva al paso del tiempo y luzca siempre limpia, hay algunos consejos generales de conservación que puedes seguir con tu encimera de Silestone. Son los siguientes:
- Usar protectores y tablas para posar las cazuelas calientes y otras herramientas.
- Evitar productos químicos agresivos para su limpieza, como la lejía o el amoníaco.
- No emplear productos que pueden contener abrillantadores o ceras.
- Pasar el estropajo con agua y jabón a diario, aunque no parezca muy sucia.
- Evitar golpes o cortes encima de la superficie de forma directa y sin protección.