Cómo conservar purés

Cómo conservar purés

Nada como un buen puré de vegetales para preparar una deliciosa crema que nos resuelva una cena ligera al llegar del trabajo. No digamos un exquisito puré de patatas con queso y mantequilla para acompañar cualquier plato.

De igual forma, los purés son los reyes cuando se trata de alimentar a nuestro bebé, ya que le proveen de un alimento rico en vitaminas, minerales y carbohidratos.

De hecho, es la única forma en que el peque puede consumir ciertos alimentos, más allá de la leche o zumos.

El puré, palabra que proviene del francés purée, que significa “refinado o purificado”, es esa técnica culinaria en la que se procede a triturar o machacar un alimento cocido, hasta convertirlo en una pasta homogénea.

Así que se puede hacer puré de casi cualquier hortaliza o legumbre susceptible de ser ablandada mediante cocción y triturada manual o mecánicamente.

Hay purés de patatas, zanahorias, batata, arracacha o apio criollo, tomate, calabaza, calabacín, colinabo, guisantes y para de contar.

Una vez preparado, el puré puede servir de base para la preparación de una crema, es decir, llevarlo a una condición más fluida, y consumirlo como una sopa.

Por otra parte, puede dejarse con una mayor consistencia, tipo pasta, y utilizarse como guarnición o acompañante de otros platos.

En el caso de los bebés, se les suministra, fundamentalmente, como compota o como crema. También se preparan purés de frutas que luego se emplean de base para preparar zumos o néctares.

Su preparación no tiene mayor complicación, aunque, como todo alimento, se deben seguir ciertas normas sanitarias.

Siendo un caso particular cuando nos vemos en la necesidad de conservar el puré por cierto tiempo, al no estar destinado para el consumo inmediato o existir un exceso de producto luego del consumo.

Como no se trata de perder el puré, entonces, es muy relevante conocer cómo conservarlo adecuadamente, así como saber por cuánto tiempo es posible mantenerlo en conservación sin riesgo para su posterior consumo.

Cómo conservar puré de patatas

Uno de los purés más conocidos y consumidos en el mundo, es el puré de patatas o papas, el cual fundamentalmente se usa como acompañante.

Para su preparación, además de patatas cocidas, se suele emplear mantequilla o margarina y leche, así como, en algunas preparaciones, se adiciona queso.

La clave para conservar el puré de patatas parte del manejo adecuado en el momento de la cocción de las patatas.

De tal forma, que es importante mantener las debidas normas de higiene en la cocina, especialmente al momento de trasladar los trozos de patatas al pasapurés, procesarlo y extraer el puré obtenido, para depositarlo a al envase, o envases, en que será conservado.

Esto es así, porque durante el proceso de cocción de la patata se eliminarán los microorganismos que puedan estar presentes en el agua o en las patatas.

Sin embargo, una vez finalizada dicha cocción, la preparación comienza a enfriarse y es vulnerable a contaminación producto de los microorganismos que se encuentran sobre la superficie de la cocina, en los instrumentos de trabajo o en el aire.

Por tanto, luego de su adecuada trituración, se debe separar lo que no se vaya a consumir en lo inmediato y proceder a envasarlo en caliente.

Preferiblemente, no deben agregarse los ingredientes adicionales al puré a conservar, es decir, la leche, la mantequilla o el queso. Los lácteos y grasas son de más difícil conservación que la fécula de la patata.

Así, procederás a introducir el puré de patatas en un envase de cierre hermético, colocando la tapa sin sellarla, esperar que el puré llegue a temperatura ambiente y en ese momento sellar la tapa. Luego, se introduce el envase en el congelador.

Por otra parte, si se prepara puré de patatas para varios días, es conveniente conservar las porciones correspondientes en envases separados. Esto para evitar sucesivos descongelamientos y congelamientos, lo cual aumenta las posibilidades de contaminación.

Finalmente, al momento de consumir la porción respectiva, puedes calentarla en microondas o en baño de María y agregar el resto de los ingredientes.

¿Cuánto dura el puré de verduras en la nevera?

Lo primero es tener en cuenta que cada tipo de verdura tiene sus particularidades, por lo que algunas son más fáciles de conservar que otras, una vez hechas puré.

En todo caso, si se siguen las indicaciones adecuadas, el puré de cualquier verdura puede durar hasta una semana congelado.

Claro está que las condiciones organolépticas de un puré congelado nunca serán iguales a las del puré consumido recién hecho. Sin embargo, una conservación adecuada garantiza un puré de verduras de calidad aceptable.

Por otra parte, si el puré de verduras está destinado al consumo de niños pequeños o bebés, lo mejor es proporcionárselo recién hecho o, en todo caso, luego de un período no mayor a las 48 horas de estar congelado.

Una opción que permite mantener mejor las propiedades nutricionales de los vegetales para la compota del bebé, es congelarlos aún en trozos y procesarlo luego de descongelar.

¿Se puede congelar el puré de verduras y patata?

Sin duda se puede. Mientras el puré aún está caliente, puede permanecer fuera de la nevera adecuadamente tapado, hasta el momento de su consumo. Esto en el caso en que lo acabes de preparar y estés a la espera del momento de la comida.

Ten en cuenta que el proceso de cocción, en el que la materia vegetal es sometida a altas temperaturas, elimina o inactiva a la mayoría de los microorganismos que provocan la descomposición de los alimentos, así como a aquellos que pueden ser patógenos.

Sin embargo, en la medida en que el puré se enfría, si no está bien tapado, puede ser invadido por microorganismos del ambiente.

De igual forma, al enfriarse, en un plazo perentorio, pueden reactivarse y multiplicarse bacterias que hayan sobrevivido a la cocción.

Una vez a temperatura ambiente, puedes conservar el puré en la nevera o refrigerador, sin necesidad de congelarlo, pero solo si será consumido en las horas siguientes.

En la nevera el puré se encontrará a 4 o 5 °C, temperatura suficiente para retardar el desarrollo de microorganismos por pocas horas, cuando se trata de un material tan susceptible como un puré de patatas o de vegetales, sobre todo si ya incluye ingredientes como la leche, mantequilla y queso.

Hay que considerar que existen bacterias capaces de desarrollarse, aunque muy lentamente, a temperaturas por debajo de los 0 °C, incluso hasta 4 o 5 °C. Entre ellas están Listeria monocytogenes, Yersinia enterocolitica, Clostridium botulinum y Aeromonas hydrophila.

Por tanto, la mejor forma de conservar un puré de patatas o de vegetales, es manteniéndolo a una temperatura de alrededor de -18 °C, es decir, en el congelador.

Indicaciones para congelar purés de patatas o vegetales, y para descongelarlos

Ahora bien, para que la congelación cumpla su papel, debe seguirse el procedimiento correcto, es decir, envasar en caliente, tapar sin sellar y sellar la tapa al momento en que el puré, aproximadamente, alcanza la temperatura ambiente.

Recuerda que es preferible conservar el puré sin agregados adicionales, como los lácteos, y en el caso de puré de mezcla de frutas, es conveniente añadir la naranja poco antes del consumo, para evitar la degradación de la vitamina C.

Luego, se introduce el envase en el congelador, teniendo en cuenta que, si la cantidad de puré corresponde a varios días, debe envasarse en porciones separadas. Esto para poder descongelar únicamente lo que se va a consumir, ya que en cada descongelación y vuelta a congelar, aumenta el riesgo de contaminación.

Igualmente, es conveniente etiquetar cada envase señalando el tipo de puré que contiene y la fecha en que se congeló. De esta manera, puedes ir consumiendo el puré que desees, al tiempo que garantizas que el producto dure el menor tiempo posible en congelación.

Posteriormente, al ir a consumirlo, debes descongelarlo, colocando, con suficiente antelación, el envase en la zona de nevera, es decir, a 4 o 5 °C. Así se logra un proceso de descongelamiento progresivo y seguro.

¿Se puede congelar el puré de calabacín?

El puré de calabacín se puede congelar siguiendo las mismas indicaciones señaladas anteriormente. La única salvedad es que, dado el alto contenido de agua de esta hortaliza, es conveniente no incorporar agua adicional al momento de procesarlo.

Lo adecuado es cocinar el calabacín al vapor y preparar el puré contando con el agua que ya posee el mismo. Ten en consideración que mientras más contenido de agua tiene un alimento, son mejores las condiciones para el desarrollo de bacterias.

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