Qué llevar de comer a un pícnic: 7 ideas fáciles y rápidas

Qué llevar de comer a un pícnic 7 ideas fáciles y rápidas

Nada como ese agradable día de campo, en un lugar apacible, disfrutando de la naturaleza, acompañados de nuestros seres queridos y con una deliciosa comida y bebida.

Aunque el origen de la palabra pícnic tiene sus controversias, lo más aceptado es asociarlo, originalmente, a Francia y a una comida donde cada quien llevaba algo.

Sea como sea, el término evolucionó y hoy en día se refiere a una comida que se realiza en el campo, al aire libre.

La imagen más característica del pícnic es una familia, un grupo de amigos o una pareja, sentados en un prado, con un mantel extendido y, sobre el mismo, diversas viandas para degustar, así como un buen vino, cerveza, gaseosa o zumo natural.

Igualmente, es típica la imagen de la cesta empleada para transportar la comida y bebida hasta el lugar seleccionado para el pícnic.

Claro está, aunque lleves tu cesta de mimbre para seguir la tradición, es muy útil llevar también un cooler o nevera portátil, para mantener frías las bebidas y conservar ciertos alimentos.

El resto de los elementos característicos son los platos, cubiertos, vasos o copas, según tu plan de bebidas, y cuidar de llevar los alimentos en envases bien cerrados para evitar los autoinvitados a todo pícnic: los insectos. Finalmente, recuerda llevar la bolsa para traerte todos los desperdicios.

En todo caso, las comidas elegidas para un pícnic se caracterizan por ser fáciles de transportar, capaces de resistir cierto tiempo sin refrigeración y fáciles de consumir.

Así que para ayudarte a preparar tu pícnic, aquí te ofrezco 7 ideas de comidas fáciles y rápidas que harán de tu día de campo un delicioso éxito.

1. Una tradición española: la tortilla de patatas

La tradicional tortilla de patatas es una estupenda alternativa para un pícnic. Esa especial combinación de patatas, huevos y cebolla, a la que nada te impide agregar otros ingredientes, como por ejemplo un buen chorizo, es fácil de preparar.

Basta cortar en lajas muy finas la patata y la cebolla y sofreír en aceite a fuego bajo, mientras trituras la patata con un tenedor, luego, aderezas con sal y pimienta.

Una vez cocida la preparación, con la patata bien blanda, agregas huevos batidos, cuidando que se mezcle todo muy bien.

Dejas cocinar, al tiempo que vas despegando con una espátula la tortilla por los bordes de la sartén hacia la base.

Procedes, entonces, a voltear la tortilla, colocando, sobre la sartén, un plato más grande que la misma y girando el conjunto, para luego, depositar de nuevo la tortilla en la sartén.

Al cocinarse por el otro lado, ya tienes tu tortilla lista para envasar y llevar a tu pícnic. La puedes acompañar, simplemente, con una buena hogaza de pan artesano, o puedes incluir una ensalada de lechuga y tomate fresco.

Igualmente, queda de maravilla como guarnición unos pimientos verdes fritos, o una variedad de vegetales al horno, tales como, berenjena, tomate, pimientos y cebolla.

2. Los bocatas y sándwiches

Otro elemento tradicional para el pícnic es el bocata o el sándwich. Hablemos de bocata para referirnos al emparedado hecho con pan de barra, en tanto que usemos ´sandwich para el que se prepara con pan de molde.

En todo caso, no hay comida más rápida y fácil de preparar para un pícnic, además de ofrecer una infinita variedad de alternativas. Literalmente, puedes combinar cualquier tipo de carnes, embutidos y vegetales en un bocata.

Desde un típico bocata de chorizo, por ejemplo, un chorizo Pamplona, tomate fresco y el pan untado previamente con alioli o ajoaceite, pasando por el tradicional sándwich de jamón y queso, con o sin lechuga y tomate, hasta un estupendo bocata de cecina, de atún o de pollo a la plancha.

Puedes preparar previamente los bocatas en tu casa o llevar los ingredientes ya cortados y listos, a fin de que cada quien prepare su bocata al gusto en el sitio.

Si decides lo primero, deja al menos el aderezo para ser agregado al momento de comer, ya que, si los agregas con antelación, terminan alterando la textura del pan.

3. Croquetas y flamenquines

Esta es una magnífica opción para un pícnic, porque, son fáciles de hacer, se conservan por bastante tiempo fuera de refrigeración y son deliciosas aún a temperatura ambiente.

Sean los tradicionales flamenquines de córdoba, esas sabrosas cintas de lomo de cerdo enrolladas con jamón serrano, rebosadas con pan rallado, harina y huevos, fritas en aceite, o la diversidad de croquetas que puedes preparar.

El principio es el mismo, una mezcla de ingredientes en una masa, rebosada en huevo y pan rallado o harina, frita u horneada. En el caso de las croquetas, las hay de pollo, pescado o carne de res o cerdo, como gustes.

Una forma muy nutritiva y deliciosa son las croquetas de patata cocida y triturada, mezclada con pollo mechado guisado con cebolla y pimentón.

Basta con hacer una masa con el puré de patatas y el pollo, con sal y pimienta al gusto, dar forma de pelotas o ahusada, pasar por huevo batido, luego harina de trigo o de maíz y freír u hornear.

Así que a tu pícnic puedes llevar una variedad de croquetas y flamenquines. Las puedes acompañar con una ensalada de tomate, lechuga y aceitunas negras, o la combinación de vegetales frescos que desees.

Rematando con un buen tinto del año y alguna fruta de postre. En tanto que si hay niños, un batido de arándanos o frambuesas con hojas de menta vendrá de maravilla.

4. Ensaladas

Sin duda, las ensaladas son una opción de primera para un pícnic, entre otras cosas, porque se trata de un plato que se consume frío.

Adicionalmente, es fácil de preparar, transportar y servir, y, dependiendo de la combinación de ingredientes, te aportarán una comida bastante completa y saludable.

Puedes optar por la tradicional ensaladilla rusa, con esa inigualable combinación de cubitos de patata, zanahoria y guisantes, con el exquisito toque de la mayonesa. A la que puedes agregar trocitos de pollo a la plancha o cocido y mechado.

Otra opción es la ensalada de lechuga, rúcula, tomate Cherry, trocitos de beicon a la plancha y queso de cabra. Así como la amplia variedad de ensaladas que incluyen pasta corta entre sus ingredientes.

Sea cual sea la ensalada de tu preferencia, ten en cuenta agregar el aderezo en el momento de consumirla, especialmente, si se trata de mayonesa.

5. Dips o salsas variadas para mojar o untar

Contar con una cierta variedad de dips o salsas para mojar trozos de pan artesano, galletas saladas, tortillas de maíz fritas o tostones de plátano, es una alternativa que te permite una divertida comida de pícnic.

Lograrás una fiesta de sabores y colores, en la que cada participante disfrutará descubriendo las propiedades culinarias de cada salsa.

Desde un dip de beicon con cebolla, pasando por el dip de alcachofas, espinaca y ajo, hasta las famosas salsas árabes, como la de pimentón y la de garbanzos.

Basta extender tu mantel y colocar los envases con la diversidad de salsas y otros con las distintas bases con las que mojar o a las que untar.

Dip de beicon con cebolla

Simplemente, sofría a fuego medio la cebolla finamente picada, agrega el beicon cortado en pequeños trozos, una pizca de sal y algo de caldo de carne en polvo. Luego, agrega crema de leche y cocina hasta que hierva. Finalmente, tritura todo en un procesador de cocina y envasa.

Dip de alcachofas, espinaca y queso

Una vez cocidos los corazones de alcachofa y las hojas de espinaca, licúalos hasta obtener un puré. Paralelamente, mezcla queso crema con algo de paprika, ajo triturado, orégano, sal y pimienta. Luego, mezcla bien ambas preparaciones, hasta lograr una crema lo más homogénea posible.

La Muhammara o crema siria de pimientos rojos

En este caso, debes hornear los pimientos cortados en trozos con los ajos pelados, todo rociado con aceite de oliva. Cuando os bordes de los pimientos estén tostados, licuas todo, pimientos, ajos y aceite restante.

A esta preparación, agregas tahini, perejil finamente picado, zumo del limón, comino y sal, mezclando bien hasta que quede una pasta suave.

Crema o hummus de garbanzos

Esta crema es muy fácil y rápida de preparar, además, proporciona un excelente sabor y tiene un alto contenido nutricional.

Únicamente requieres licuar o procesar garbanzos bien cocidos, con algo del agua de su cocción, junto con ajo, zumo de limón, comino, pimentón dulce y sal al gusto.

6. Quesos, carnes frías y embutidos

Imagina el mantel del pícnic extendido en un hermoso parque, en un verano agradable o en una bella primavera, y, sobre el mismo, diversas opciones de quesos, embutidos y carnes frías.

Todo acompañado por buenos panes artesanos, de barra y hogaza, junto a un buen vino tinto.

La verdad no se requiere mucho más para un día de campo agradable, donde los comensales podrán disfrutar de una variedad de sabores y aromas.

La preparación no va más allá de la adecuada selección de los quesos y cárnicos, de la calidad del pan y del vino.

Aquí la clave está en el contraste de sabores. No tienes que exagerar, basta con unos tres tipos de quesos, un buen chorizo, jamón curado y cecina. Así como algunos otros acompañantes que contribuyen al balance de sabores, como nueces y aceitunas.

La elección de quesos, claro está, queda a tu gusto, pero, recomendaría combinar un queso fresco, como el queso mozzarella o el queso feta, con un par de quesos curados, como el manchego o el queso azul.

Igualmente, los quesos cremosos españoles son estupendas alternativas a incluir, como la Torta del Casar, de Extremadura, o el gallego queso Tetilla.

También puedes jugar con el contraste entre tipos de jamones curados, por ejemplo, la textura y sabor de un jamón de Teruel y la de un jamón de Bellota.

7. Fiesta de frutas

Por último, las frutas son una opción sana, nutritiva y divertida para incluir en un pícnic, sobre todo si aplicas tu imaginación en la presentación. Valen por sí mismas o pueden constituir el postre de tu pícnic.

Puedes preparar desde la tradicional macedonia de frutas, pasando por la gelatina de frutas, hasta cosas menos comunes como el carpaccio de sandía.

La macedonia

Puedes agregar todo tipo de frutas, basta cortarlas en cubos, gajos o rodajas, agregarles algo de zumo de limón para evitar su oxidación.

Luego, puedes comerla al natural o aderezar con almíbar, miel, algún coulis de fruta o de chocolate o, incluso, licor de naranja, si no va a ser consumida por niños.

Gelatina de frutas

Otro espectáculo de color y sabor, muy rápido y fácil de preparar. Comienza por disolver completamente la gelatina, preferiblemente natural, en agua hirviendo, junto con algo de miel.

Luego, colocas en un molde una primera capa de la mezcla de gelatina y miel, y dejas reposar por 2 o 3 minutos. Agregas con cuidado una capa de frutas, por ejemplo fresas, o rodajas de melocotón, y dejas reposar nuevamente.

Repetirás la operación las veces que sea necesario, según las capas de frutas que desees hacer. Finalmente, llevas a la nevera o frigorífico y dejas cuajar la preparación. Pasadas unas dos horas, ya está lista para llevar.

También puedes alternar capas de gelatina, con capas de gelatina mezclada con leche condensada, para lograr aún más contraste de sabores y colores.

Carpaccio de sandía

Simplemente requieres una sandia madura de pulpa firme, queso parmesano o Pecorino entero y aceite de oliva.

Cortas lonchas muy tenues de sandía, colocas una lasca de queso muy delgada encima de cada una, agregas aceite de oliva y listo.

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